

Episode 2
3/31/2023 | 1h 17sVideo has Closed Captions
An officer is found dead in the woods. What was Ferro doing at dawn in the forest?
The murder of Lieutenant Ferro has shocked Neboa. But what was Ferro doing at dawn in the forest and what had he done to draw Urco’s ire?
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback

Episode 2
3/31/2023 | 1h 17sVideo has Closed Captions
The murder of Lieutenant Ferro has shocked Neboa. But what was Ferro doing at dawn in the forest and what had he done to draw Urco’s ire?
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback
How to Watch Neboa
Neboa is available to stream on pbs.org and the free PBS App, available on iPhone, Apple TV, Android TV, Android smartphones, Amazon Fire TV, Amazon Fire Tablet, Roku, Samsung Smart TV, and Vizio.

Discover Mysteries, Romances, & More
Explore our hand-picked collections of PBS dramas to find your new favorite show. Browse our catalog of sweeping historical epics, breathtaking romantic dramas, gripping crime thrillers, cozy family shows, and so much more.Providing Support for PBS.org
Learn Moreabout PBS online sponsorshipESTE PROGRAMA CONTIENE CONTENIDOS PARA ADULTOS NO APTOS PARA TODO PÚBLICO SE RECOMIENDA DISCRECIÓN - [Ferro] No es la primera vez que aparece un cadáver así.
En los años 20 hubo cinco asesinatos.
- [Carmela] Cinco víctimas.
Todas durante los ocho días del Entroido.
Todas llevaban la máscara del Urco y presentaban un corte en la nuca producida por la lanzadera.
[grito] En el 89, vuelven a aparecer víctimas.
- [Mónica] Pero esta vez la quinta víctima sobrevivió.
- [Carmela] Mi padre.
El superviviente fue mi padre.
- Así que tu madre es la nueva de la guardia civil.
- [Vega] ¿Mamá?
- ¿Qué hicisteis anoche?
- ¿Qué tomasteis?
- Éxtasis.
- ¿No sabes quién se lo pudo vender?
- [Gael] Cascudo.
- Piensan que fue él.
- Yo no la maté.
[quejidos] - Roi, ¿ayer pasó algo entre Ana y tú que yo tenga que saber?
- [Ferro] Y su padre es Alejandro Ulloa, el dueño de la conservera.
La mitad de la isla trabaja para él.
- No puedes imaginar las ganas que tengo de largarme.
Oye, sabes que te quiero, ¿verdad?
- [Rosa] Ayer llamó de madrugada.
- ¿Recuerdan a qué hora?
- [Antón] Serían las 2:00.
Pero la vi esta mañana.
- Sé quién mató a mi hermana.
- ¿Lo sabes?
- Fue el Urco.
- [Carmela] Tú no sabes lo que es el Urco en esta isla.
El miedo, las sospechas de todos.
- Yo soy Gonzalo.
Y tú eres Mónica.
Estaba tomando un whisky, ¿te apetece uno?
- [Mónica] Venga.
Los monstruos no existen.
- Ya sé que los monstruos no existen, pero el Urco sí.
[graznidos de cuervo] [arcadas] - [Mónica] Joder.
- ¿Has dormido algo?
- Creo que sí.
¿Por qué te fuiste?
No se te puede dejar sola.
- ¿Qué es eso?
- Antiácido para el estómago.
- [Mónica] ¿Han llamado?
- Sí.
- Perdone usted, mi teniente.
Pero tiene que venir conmigo.
Acabamos de recibir una llamada urgente.
- Un momento.
- [Viqueira] Vieron movimiento aquí, en Penalba.
Estamos cerca de la fábrica.
Es una zona por donde nadie se atreve a pasar y menos de madrugada.
- ¿Por qué?
- Aquí apareció uno de los muertos del 89.
- Gracias.
- Tenemos un cadáver, Viqueira.
- ¿Lo han identificado?
- No hemos tocado nada todavía.
Por aquí.
Cuidado ahí.
[música de suspenso] - ¿Cuándo recibieron el aviso?
- Hace más de media hora.
- [Viqueira] La carretera por la que vinimos es el único acceso.
[música de suspenso] - Está cerca.
- Mi teniente.
- Quiero a dos guardias vigilando la escena y un control en la carretera.
El resto conmigo.
Que no se nos escape.
Vamos.
- Mi teniente, ¿está bien?
- Sí.
Sigue.
Sigue.
No podemos perderlo.
Que no se escape.
[respiración agitada] [música de suspenso] [pitido] - [Viqueira] Mi teniente.
Mi teniente, por favor.
¿Me escucha?
¿Puede oírme?
[música ominosa] [música de suspenso] [respiración agitada] - Quiero hablar con Gael.
- Después del entierro.
- Carmela.
- Ana era su mejor amiga.
Hablaremos con él después del entierro.
[timbre de teléfono] Dime, Viqueira.
- Le dije a todo el mundo que no íbamos a hacer nada hasta que la pudiéramos enterrar.
Pero van a venir igual a dar el pésame.
Rosa, déjalo ya.
No podía dormir.
Salí a caminar.
- ¿Y no llevaste el móvil?
- Lo tenía apagado.
- ¿Apagado?
- No oí la llamada.
Déjalo, por favor.
- Cuando despertaste, despiertas por la mañana y ves una llamada perdida de tu hija de madrugada y no te preocupaste.
¿No pensaste que lo mejor que podías hacer era, no sé, llamar a la guardia civil?
- ¿Y hacer qué?
¿Hacer qué?
Estaba muerta.
Voy a recoger el resto de la casa antes de que llegue la gente.
- [Ana] Mi madre me preguntó quién me lo regaló.
Le dije que me lo compré yo.
Me encanta.
Ahora tendré que comprarte yo algo a ti.
Voy a pensar en qué.
- ¿No desayunas?
- No puedo.
Llego tarde.
- Del trabajo derecho a casa y de las pastillas ya nada más.
- Eso ya se acabó.
- No, no.
Soy yo el que te dice que se acabó.
JUEVES DE CARNAVAL [música de suspenso] - Carmela, sígueme.
Por aquí.
[música de suspenso] - Ferro estaba en el cuartel cuando recibió el informe con la localización del teléfono de Ana.
Por eso vino a buscarlo él solo.
Esa es la huella de la bota.
La misma que en el Burato.
- ¿Y el teléfono de Ana?
¿Dónde está?
- El asesino se lo llevó.
- ¿Y no se puede localizar?
- Si el teléfono de Ana estaba aquí, el lugar en el que la mataron tiene que estar cerca.
La fiesta de los chicos estaba en esa dirección, ¿no?
- Sí.
- Ana se va de la fiesta, la siguen, aquí pierde el teléfono y se va en esa dirección.
[música tensa] [grito] [quejido] [música de suspenso] [quejido] La atrapó justo aquí.
No se rindió.
Peleó hasta el final.
Pero no pudo... - Tenemos el lugar del crimen.
- Son de un todoterreno grande.
- [Mónica] Averigua cuántos hay en la isla.
Es con lo que se llevaron a Ana.
- Muy bien.
- Viqueira, teniente.
Creo que tenemos algo.
[música de suspenso] - ¿Me vas a contar qué hacías a diez metros del lugar donde mataron a Ana?
- ¿Cuándo va a venir mi abogado?
- ¿Quieres un agua?
¿Un café?
- Un abogado.
- ¿Quieres comer algo?
- Quiero un puto abogado, ¿qué parte no entiende?
- ¿Sabes qué pasa, Mario?
No sé por qué me empeño en pensar que tú no eres un asesino.
- Entonces, déjeme marchar.
- [Mónica] No puedo, Mario.
Está lo de las drogas.
Y el inhalador.
- Eso no es mío.
- Hay rastros de saliva.
Puedo pedir un análisis de ADN y los dos sabemos cuál va a ser el resultado.
¿Quieres que te cuente lo que sabemos?
- Mi sargento.
- Sabe lo que hace.
- [Mónica] Sabemos que fuiste el primero en marcharte de la fiesta.
Te paraste en el bosque a fumarte un canuto y sabemos que estabas allí.
- Bueno, ¿y qué coño?
- Mario, te quedaste ahí quieto mirando.
Tuvo que defenderse.
Tuvo que gritar.
Pudiste haberla salvado y no hiciste nada.
¿Por qué no la ayudaste?
Estaban violando a tu amiga, Mario.
Y te quedaste quieto mirando.
¿Por qué no hiciste nada?
Vamos, Mario.
Ayúdame.
Ayúdame a encontrar quién lo hizo.
- [Blanco] Se acabó.
Y si están grabando, que paren.
- ¿Por qué, Mario?
Vamos.
- Tú ni una palabra más.
Y cuando pueda, necesito la orden judicial que usaron para entrar en la cabaña de mi cliente.
- ¿Quién es ese tío?
- Es Bieito Blanco.
El abogado de los Ulloa.
¿Teníais orden?
- No.
- Entonces, la detención de Cascudo puede ser ilegal.
- Creo que sí.
- Ferro.
Deberías ocupar tú su mesa.
[música tensa] - Hoy estamos jodidos.
Hemos perdido a un compañero, el teniente Ferro.
No es la primera vez que pierdo a un compañero.
Siempre... Siempre es igual de horrible.
Si la cosa va como en el 19 y el 89, nuestro asesino matará tres veces más.
Así que no tenemos mucho tiempo.
Por eso os necesito a todos, también a los que no confiáis en mí.
- Teniente, yo tengo una duda.
A usted la tenía a huevo.
Pudo matarla, pero no lo hizo.
- [Mónica] Es cierto.
Porque el asesino escoge a sus víctimas.
Ayer lo suponíamos, pero hoy lo sabemos.
Viqueira, el... el informe que le pedí.
- Sí.
14 todoterrenos.
- Dos son de los Ulloa.
Roi Ulloa llevaba uno esa noche.
Sabemos que la fiesta fue aquí.
Alguien siguió a Ana y la mató en esta zona.
Después, la sacó del bosque en un 4x4.
Y más tarde, trasladó el cadáver en una lancha... - [Canedo] A Burato do Demo.
- Gracias, Canedo.
Roi Ulloa tiene un 4x4 y todas las lanchas que le dé la gana.
Y sabemos que se cambió de ropa durante la madrugada.
Necesitamos registrar ese coche antes de que eliminen todas las pruebas.
- [hombre 1] Atraparon a otro en los montes de Penalba.
- [hombre 2] ¿Otro qué?
- ¿Saben qué?
[gritos indistintos en TV] - [locutor en TV] Consternación en Néboa.
Un segundo cadáver ha aparecido esta mañana en un bosque de la isla, la víctima es Manuel Ferro Castiñeiras, teniente de la guardia civil en este pequeño enclave, ubicado a... - [Alejandro] Que me digas la verdad.
- [Roi] Que ya te lo dije, papá.
- Nos estás buscando la ruina, no solo a ti, a toda la familia.
- ¿Pero qué ruina?
¿Qué tengo que hacer para que me creas?
Que ya te dije la verdad.
Salimos de la cofradía, compramos cervezas, fuimos a la fiesta y cada uno a su casa.
- [Alejandro] ¡Siéntate!
- [Roi] ¡¿Me quieres escuchar?!
- [Alejandro] ¡Siéntate!
¡Vamos a empezar desde el principio!
- [Roi] ¡Vale!
¡Pues cree lo que te dé la puta gana!
[portazo] - Eh, ma.
Necesito dinero.
- De eso nada.
A partir de ahora, las cosas van a cambiar para ti.
- Mamá.
- Te estoy hablando.
No la mires a ella.
En la conservera sobra trabajo.
Si quieres dinero, gánalo.
- ¿Qué pensabas?
¿Que te ibas a ir gratis a ayudar a ese delincuente?
Es la conservera o la calle, Olaia.
Tú decides.
- A ver, somos de la asociación de empresarios.
Él es Gavino y yo soy Moncho.
Igual suena mi cara del hotel.
- [Mónica] Hm-hmm.
¿Qué puedo hacer por ustedes?
- Su trabajo.
Detener al que está haciendo esto.
- ¿Perdón?
- Aquí la temporada alta es la semana del Entroido.
Casi la mitad de lo que facturamos en un año.
- Todos queríamos mucho a Ana.
Todos.
Pero, con todo respeto, la gente está marchando.
Todos le tienen miedo al Urco y... y aún por encima lo sacan por la tele.
- Muy bien.
Pues déjennos trabajar.
- [Canedo] Teniente, si me permite.
Acaban de llamar del concejo.
Suspenden el Entroido.
Van a proponer tres días de luto por los asesinatos de Ferro y de Ana.
- Muchas gracias.
Si me lo permiten.
Lo estoy dejando.
- Ya veo.
¿Qué pasa, Mónica?
- La cagué.
La cagué.
Lo tenía a medio metro y no me di ni cuenta.
Todo por culpa de la resaca, joder.
- Algo me contaron, sí.
- ¿Lo saben?
¿Todos?
- Todos.
Ahora, tú no podías saber que el Urco estaba allí.
- Lo sabía.
Lo sabía, Carmela.
Lo supe en cuanto llegué.
¿Y tú qué vas a hacer?
- ¿Tú qué quieres que haga?
- Mario Castro vio al agresor, pero no nos quiere contar quién es.
Tiene miedo.
Hay que insistir con él.
También con los amigos de Roi Ulloa.
Algo pasó en esa fiesta que no nos quieren contar.
- Gael dice que no pasó nada.
- Carmela, sé que es tu hijo.
Deberías hablar con él.
También necesitamos una orden de registro del coche de los Ulloa.
- Va. Vale, está bien.
Vete al hotel.
Ve a darte una ducha.
Yo me encargo de lo de la orden.
En cuanto tenga algo te llamo, ¿sí?
- ¿Seguro?
- Seguro.
- Gracias.
[música tensa] - Me siento fatal por estar haciéndole esto a mis padres y a Carmela y a Gael.
No quiero perderlos.
Pero es que te quiero.
[música triste] - ¡Joder!
- [Gonzalo] ¿Queréis misa cantada?
- [Antón] Nos da igual.
- [Gonzalo] El ataúd, ¿abierto o cerrado?
- [Antón] Cerrado.
- [Gonzalo] Bueno, pues.
Ya está.
Perdón por el incordio.
- [Antón] Tranquilo.
- [Gonzalo] Cuando tengamos el cuerpo os avisamos.
Y si necesitas cualquier cosa, llámame, ¿vale?
- [Antón] Gracias.
- ¿Por qué no le dijiste nada a la guardia civil que saliste de madrugada?
- Solo iba a complicar las cosas.
- Es que no lo entiendo.
De verdad.
Antón, no entiendo.
No entiendo por qué.
- Me tengo que marchar.
Llamaron del cuartel por unos papeles que hay que firmar.
- Voy contigo.
- No.
Viene Roque.
Queda aquí, cuidad del niño.
Intenta descansar, por favor.
- [Alejandro] Este año está perdido.
- Pues es que Tonecho estaba trabajando en las casetas y ahora está en el paro otra vez.
- No te preocupes.
Algo encontraremos aquí para ti.
- Gracias.
- ¿Y tú?
¿Qué haces aquí?
- ¿No queríais que trabajase?
Pues, me voy a cambiar.
- Con ellas.
- Ese es el puesto de Rosa.
[hablando en catalán] [música tensa] - No te acostumbres, guapa.
Esa silla tiene dueño.
- Esto no tiene ciencia alguna.
Solo hay que ser un poco espabilada eso sí.
- [Marina] Pues, hasta cuando quieran.
Que tengan buen viaje.
- Se está yendo todo el mundo, ¿verdad?
- Está siendo difícil.
- Ya.
- Tuviste bronca con mi marido, ¿no?
Ya le dije que no fuese al cuartel, pero... Está muy estresado.
Disculpa, ¿eh?
- Mi hija se encontró ayer una de esas en la habitación.
- Se le quedaría a algún turista.
¿Quieres que te prepare algo de comer?
Porque eso con el estómago vacío.
- No, da igual.
Marina.
Ayer, cuando estaba cerrado, había un hombre de unos 40 años aquí.
Moreno, con la cara marcada.
¿Quién es?
- No sé.
[conversaciones indistintas] [timbre de teléfono] - Hola.
- [Mónica] ¿Qué haces?
- Estoy haciendo fotos.
¿Y tú?
¿Qué tal la resaca?
- Horrorosa.
Por suerte, nadie se ha dado cuenta.
- [Vega] ¿Y vas a contarme qué pasó ayer?
- Bueno, pues.
Que se me fue la mano con las copas.
¿A ti nunca te ha pasado?
- Sabéis que yo no bebo, mamá.
- [Mónica] Ya y yo me chupo el dedo, ¿no?
¿Te ha llamado?
- No.
Y déjalo ya, anda.
Voy a seguir con las fotos, ¿vale?
- [Mónica] Te quiero.
- Yo también te quiero.
Chao.
Hola.
- ¿Qué tal?
- Bien.
¿Tú?
- ¿Tu madre?
¿Siempre vas con ella cuando tiene un caso?
- Esta vez no quería dejarme sola.
- ¿Qué pasa?
¿No se fía de ti o qué?
- Algo así.
- ¿Te apetece ir a dar una vuelta?
[vibración de teléfono] - ¿Sí?
Ya voy, Carmela.
- Tenemos la orden para el coche de los Ulloa y ya nos mandaron las últimas llamadas que se hicieron al teléfono de Ana.
- ¿Y?
- Las hizo Roi.
Media hora antes de la llamada al 111.
No, está abierto.
- Hola, buenas tardes.
- Hola.
- ¿La madre de Roi Ulloa?
- Sí, soy yo.
- Nos conocimos ayer en el cuartel.
¿El coche que llevaba Roi a la fiesta?
- ¿Qué coche?
- Un 4x4.
La matrícula es 0594... - Es de la conservera.
- Tenemos una orden para llevarlo.
- Pues nos lo robaron ayer.
Alejandro puso una denuncia esta mañana.
- Muy oportuno.
- Si tiene alguna pregunta, llame al abogado.
- En este momento está en el cuartel, defendiendo a un sospechoso.
- ¿A quién?
- [Carmela] A Mario Castro.
¿No lo sabía?
- Mi marido es el que se ocupa de esas cosas.
- Mara, por favor.
Solo queremos aclarar las cosas.
¿Si en vez de Ana fuera tu hija?
- Vete a la mierda, Carmela.
Roi no ha hecho nada.
Así que, ¿por qué no nos dejáis en paz de una vez?
- Fue casarse con Alejandro y volverse una gilipollas.
[música de suspenso] - No hay de nada, mamá.
Me encargo yo.
Venga.
[música de suspenso] - ¿La chica rubia es Ana?
Era muy guapa.
- Era la hostia.
- Me he comprado esto.
- Acabas de tirar 20 pavos.
- Pero es que me dan pena.
Si carnaval, se quedan sin dinero.
- Mira, esta piedra es del Castro.
Se supone que las miras se reunían ahí.
Que te protege contra las maldiciones.
Eso es lo que le contamos a los turistas.
- ¿Los turistas como yo?
- Sí.
Ana creía en esas cosas.
[suspiro] - Seguro que no tuvisteis ni tiempo para comer.
- ¿No estabas con Antón?
- ¿Por?
[Rosa] Es lo que me dijo.
Que ibais a ir al cuartel a firmar unos papeles.
- Al final tuve que quedar con mi suegro.
Carmela volvió al trabajo.
- ¿Sí sabe algo?
- A mí no me dice nada.
[timbre] - No puedo.
No puedo sola, de verdad.
[timbre] - Voy yo, ¿vale?
- Los asesinatos de 1919 y de 1989.
- ¿Qué estamos buscando?
- Sabemos que el primer asesinato fue el de Ana.
No la mató en el Burato do Demo.
La herida de la lanzadera es postmortem.
Hay... hay cierta improvisación.
Cierta... cierta torpeza.
Y sin embargo, parece todo calculado.
En este tipo de asesinatos, la primera víctima siempre es muy importante y lo habitual es que forme parte de su entorno.
La acechan, fantasean con ella.
Y luego se dejan llevar por el impulso.
A partir de ahí, el miedo a que los descubran les obliga a matar fuera de su zona de confort.
La identidad de la víctima deja de ser importante.
La primera víctima de 1919 trabajaba en la conservera y la primera víctima de 1989... - Emma.
La conocía.
- También trabajaba ahí.
- Sí.
- ¿Y Ana?
- Ana hacía un turno los fines de semana.
- El impulso de matar surge en la conservera.
- [Viqueira] Con permiso, mi teniente.
Ya buscaron en las naves y en los garajes de los Ulloa, pero el 4x4 no aparece.
- Ya.
Los Ulloa son dueños de media isla.
Pudieron esconderlo en cualquier parte.
- Lo lamento.
- ¿Dónde estabas?
¿Es cierto que mataron a Ferro?
La próxima vez que me pongas de excusa para mentirle a tu mujer, avísame antes.
[llanto] [música triste] Brais.
[llanto] - Después del 89, ¿por qué te quedaste en la isla?
- Es mi casa.
Y la de mi padre.
Quería cuidarlo.
- ¿Cuántos años tenías?
- 14.
Los Ulloa se hicieron cargo de los gastos de mi casa y de mis estudios.
- ¿Teníais buena relación con ellos?
- No.
¿Qué va?
Pero así es como funcionan los Ulloa.
Se ocupan de ti cuando tienes problemas.
Pero nadie da nada gratis.
- Era un poco más joven que mi hija.
Hostia.
Duele de solo pensarlo.
- ¿Este olor no pasa nunca?
- Chicas, voy a ir a ver a Rosa.
¿Alguna se apunta?
- Bueno, ya está bien, ¿no?
A ver si pensáis que quiero estar aquí.
- No, claro.
Tú donde quieres estar es follando con ese desgraciado que mató a Ana.
- [policía] 140F a todas las unidades.
Aviso de incendio en el lado norte de la isla.
- [Carmela] 140P1 a 140F.
La teniente y yo estamos cerca.
Nos dirigimos a la zona.
[sirenas] 140P1 para 140F.
Fuego en la Branqueza.
Necesitamos refuerzos.
Repito.
Vehículo ardiendo en la Branqueza.
[música tensa] - [Mónica] ¿Qué haces?
¿Estás loca?
Quita de ahí.
¡Quítate de ahí!
[quejidos] ¿Estás bien?
- [Carmela] Sí.
Estaba adentro.
[música tensa] - ¿Y si Mario decide contarlo?
¿Qué?
- Calla.
[respiración agitada] Mario no va a hablar, porque ya me encargo yo de que no hable.
Pero si quieres salir de esta, por Dios, no hagas el imbécil.
- [Mónica] Hay que confirmar si es el teléfono de Ana.
Llévalo a criminalística a ver si lo pueden recuperar.
- Mi cliente está en libertad.
- Mario, yo sé que lo viste.
Ayúdame a cogerlo.
- Le repito que no vi nada.
Y aunque viera algo, y es solo una suposición, lo que le diría es que vuelva a su casa y se olvide de todo esto porque no lo va a coger.
- Lo siento.
El juez lo dejó en libertad.
- [Mónica] Quiere hablar, pero está asustado y no se atreve.
- [Carmela] Mónica, tenemos un informe forense.
- El arma que mató a Ferro es una lanzadera.
La misma lanzadera.
- Criminalística encontró restos de poliéster azul.
Tiene un tratamiento parlante por una de sus caras, es lo que se utiliza en los forros de los churrasqueros.
- Ya.
- ¿Qué?
¿Qué?
¿Te marchas?
- Tengo todo el día sin ver a Vega.
- Ya, pero... - ¿Qué tengo que hacer?
¿De verdad tengo que entrar aquí?
- Ahora eres la teniente.
- ¿Qué haces con esa?
- Le estaba enseñando la isla.
- Llevo todo el día intentando hablar contigo.
Mira, no sé cuál es tu rollo, pero ojito con joderme.
- ¿Todo bien?
- Chicos, esta es Vega.
- Hola.
- Hola.
- Ellos son Comba y Turco.
- Siento mucho lo de Ana.
- Gracias.
- Buenas tardes.
- Buenas tardes.
- Vega.
¿Qué haces con Gael?
- Nada.
- ¿Cómo que nada?
Es testigo de la investigación.
- Ya lo sé, mamá.
No pasa nada, de verdad.
- ¿No pasa nada?
- ¿Qué ha pasado?
- Nada.
- ¿Se sabe algo del robo?
- No le va a servir de nada haber quemado el coche.
- Denunciamos un robo.
Somos las víctimas.
Y esperamos que la guardia civil haga su trabajo.
- Un momento de silencio, por favor.
- Me cago en la hostia.
- Buen ojo tienes, mamá.
- [Gonzalo] El Señor es el dueño de la vida.
Y nos llama a su reino cuando considera que nuestra misión aquí está cumplida.
Hoy quiero implorar por el alma de Ana, a quien llamó a su lado para descansar eternamente.
Elevo mi oración a ti, Señor.
Porque incluso en las peores tempestades eres paz infinita.
Concede descanso en tu reino a esta alma que acaba de abandonar el plano terrenal.
Señor, tú que eres el Dios del amor y del perdón, perdónale todos sus pecados y concédele la vida eterna.
Quiero pedir también por todos aquellos que hoy tienen que llorar la pérdida de Ana.
Señor, ábreles tu corazón.
Que Dios guíe los pasos de los que hoy están desconsolados.
Amén.
- [todos] Amén.
- ¿Podemos hablar un momento?
- Ahora vuelvo.
[sollozos] - ¿Qué pasa con Cazorla?
Dicen que lo dejaste ir libre.
- No ha sido él.
- [Carmela] Estamos seguras, Antón.
- [Antón] ¿Qué sabéis?
- [Carmela] Que a Ana la mataron en el monte y que después llevaron el cuerpo a los acantilados, pensamos que por mar, en una lancha.
- ¿Cuándo podemos enterrar a nuestra hija?
- Mañana llevan el cuerpo al sanatorio.
- Entonces, ¿ya hicieron la autopsia?
¿Y...?
- Estamos comprobando cosas.
- Carmela, por favor.
Dime qué le pasó a mi niña.
- El arma es la misma de 1919 y del 89.
- ¿Qué más?
- El asesino intentó violarla.
- ¿Qué cojones estáis diciendo?
- ¿Qué más?
- Ana y el resto de la pandilla tomaron éxtasis.
¿Sabían que tomaba drogas?
- No.
- Yo sí.
Fue solo una vez.
¿Qué tiene que ver eso con la muerte de mi hija?
- Antón, ¿usted tiene una lancha?
- ¿Pero qué mierda?
¿Me está acusando de algo?
- ¿Qué más cosas no me contaste, Antón?
- Dijo que solo fue una vez.
Me juró que nunca... ¿Y qué más cosas me ocultaste?
- ¡Nada!
- Rosa.
¡Rosa!
- ¡Tú lo sabías!
Eras su mejor amigo.
Tenías que cuidar de ella.
[música tensa] - Brais, venga, vamos a dormir.
[música ominosa] - Así que cura, ¿eh?
- Oye.
- Tiene razón.
La tenía que acompañar a casa.
- ¿Quieres?
- ¿Tú fumas?
- No.
Mi madre no lo sabe.
No digas nada que me mata.
- Gracias.
- Mi novio se volvió loco.
Por eso vine con mi madre.
No quería dejarme sola.
Yo no soy quién para dar consejos ni mucho menos, pero si hay algo de esa noche que no hayas contado, cuéntalo.
Mi madre va acabar descubriéndolo de todas formas.
- Intenta descansar, ¿sí?
- Saldrá adelante.
Mola mucho.
- Estoy muy cansada, Alejandro.
- Cuando todo esto acabe, la teniente se irá a su casa, pero tú vas a seguir aquí.
Y tu marido y tu hijo.
Que sea la última vez que vienes a jodernos a mi casa.
[música tensa] - A la edad de Ana, todos hacemos el paro.
Pero tú no lo ibas a pasar.
Tú la ibas a machacar, lo mismo que estás haciendo conmigo.
Por eso no te lo conté.
Voy a dar una vuelta.
- ¡Brais!
¡Brais!
[truenos] - [Carmela] ¿Qué hacíais a oscuras?
Había ruidos fuera.
Tienes que arreglar ese cierre.
No quiero residencia.
No voy a internar a mi padre.
- ¿Y qué vas a hacer cuando yo no esté?
¿Dejar el trabajo?
¿O pedirle a Gael que lo cuide?
- Es problema mío.
- Porque se note que tus problemas siempre acaban siendo del resto.
[vibración de teléfono] - Dime, Viqueira.
- [Mónica] ¿No me vas a contar qué haces con ese chico?
- Me llevó por la isla a hacer fotos.
Es buen chaval y está superjodido por lo de Ana.
- Ya.
¿Te gusta?
- ¿Cómo me va a gustar, mamá?
- Digo la comida.
- Ya veo que a ti sí, ¿eh?
No hay días que te entienda, pero da gusto verte comer.
- Qué rico es eso.
¿Quieres un poco?
[vibración de teléfono] No.
Me cago en diez.
¿Sí?
[música tensa] - No te muevas de aquí.
[música tensa] [Ana] Lo que van a decir de nosotros cuando se enteren.
Pero me da igual.
Nosotros ya estaremos muy lejos.
No me puedo creer que vayas a dejar a tu mujer.
[notificaciones de teléfonos] Lo que van a decir de nosotros cuando se enteren.
Pero me da igual.
Nosotros ya estaremos muy lejos.
No me puedo creer que vayas a dejar a tu mujer.
[música de suspenso] [música ominosa] - Quiere cambiar su declaración.
- [Ana] Recuerdo cuál fue el momento exacto en el que me di cuenta que me había enamorado de ti.
- Si Ana tenía un lío con un tío casado, tenían que verse en algún sitio.
- Antón me lo contó todo.
- Si crees que lo sabes todo sobre Antón, estás engañada.
- Esto sí va a acabar mal.
Te empeñaste en hacerlo y mira cómo estamos ahora.
- Venga, no me jodas.
Que yo solo no puedo recuperar esa mochila.
- Antón mintió.
Salió de la casa a las tantas de la noche y no volvió hasta la mañana.
- [Antón] ¿Sospechas de alguien?
- Sí.
Hablo con él, si quieres, más tranquilo.
- ¿De verdad crees que Antón pudo matar a tu hija?
- Ha hecho un trato con él.
O eso cree.
- [Mara] ¿Por qué estamos pagando un abogado a Mario?
- [Alejandro] Eso es cosa mía, Mara.
- Quiero saber qué está pasando.
[quejidos] - ¿Por qué no me dices quién es y acabamos con este problema?
- Ayer estuviste en el puerto.
- No sé de qué me hablas.
- Tenemos un testigo.
- ¿Un testigo?
- ¿Cuánto tiempo hace que tenías una relación con ella?
- Seis meses, siete meses.
- ¡Alto!
[disparo] - ¡Olaia!
¡Olaia!
- [Mario] Marcho hoy mismo.
Mientras tanto, te quiero ver lejos de mí.
Yo no cuento lo que vi y tú no te nos acercas.
- Lo tengo.
Hay alguien más que lo sabe.
- [Rosa] Brais.
Brais.
¿Brais?
[respiración agitada] [disparo]
Support for PBS provided by: